Cómo abrir una farmacia
Para abrir una farmacia en España, explica, lo primero que se necesita es una licencia de farmacia. Ésta sólo la pueden tener las personas que posean la titulación de Farmacia, ya sea en licenciatura o en grado, y que estén colegiados. Asimismo, no podrán obtener una licencia aquellos profesionales farmacéuticos que ya dispongan de una o que incurran en alguna causa de incompatibilidad como es trabajar en la industria farmacéutica o tener un trabajo que impida la presencia habitual en el establecimiento. “La Ley exige la presencia habitual del titular de la licencia en la oficina de farmacia” apunta de Palacio.
Si se cumplen los requisitos para poder ostentar la licencia, el interesado puede conseguir ésta de dos formas: licencia de apertura y licencia de traspaso:
1.- Licencia de nueva expedición o apertura: son concedidas por las Administraciones autonómicas convocando concursos y las otorgan por méritos. Es decir, se basan en la experiencia, trayectos y publicaciones científicas que tenga la persona.
Esto dificulta, según detalla el presidente de la FEFE, que los recién licenciados puedan optar por una nueva apertura. “La mayoría de los profesionales que concursan son farmacéuticos que tienen unos 50 años de media, que son catedráticos o personas con doctorados o con mucha experiencia”.
Actualmente, las Administraciones autonómicas anuncian concursos y lo hacen porque han de cumplirse las leyes de ordenación de los establecimientos farmacéuticos. Éstas se basan en las distancias entre cada farmacia y en el número de habitantes que tenga el municipio, pero cada comunidad autónoma tiene las suyas. “Por un lado la normativa obliga a que exista una separación entre los establecimientos de farmacias de 250 metros. Y, por otro, sólo se pueden convocar concursos cuando se haya producido un incremento poblacional en la zona, siempre cumpliendo los ratios que tenga cada comunidad. Normalmente son de una farmacia por cada 1.500 o 2000 habitantes” explica de Palacio.
2.- Licencia de traspaso o del mercado secundario: es cuando se compra la licencia de una farmacia que ya está establecida. Es uno de los métodos más utilizados para conseguir una licencia. “La mayoría de los accesos a la apertura de una farmacia se hacen vía traspaso o en el mercado secundario. Como la licencia es patrimonio del farmacéutico titular, el traspaso se hace como una operación mercantil privada, que luego se comunica a la Administración”.
Las licencias de traspaso también se ven afectadas por las leyes de ordenación de cada comunidad autónoma en cuanto a las distancias y la reubicación de las farmacias ya existentes. “En muchas capitales de provincia ya está saturada la distribución geográfica de farmacias y casi no se pueden reubicar. Esto es una limitación, porque hay veces que se podría abrir una farmacia pero es muy difícil situarla”.
Para abrir una farmacia en España, explica, lo primero que se necesita es una licencia de farmacia. Ésta sólo la pueden tener las personas que posean la titulación de Farmacia, ya sea en licenciatura o en grado, y que estén colegiados. Asimismo, no podrán obtener una licencia aquellos profesionales farmacéuticos que ya dispongan de una o que incurran en alguna causa de incompatibilidad como es trabajar en la industria farmacéutica o tener un trabajo que impida la presencia habitual en el establecimiento. “La Ley exige la presencia habitual del titular de la licencia en la oficina de farmacia” apunta de Palacio.
Si se cumplen los requisitos para poder ostentar la licencia, el interesado puede conseguir ésta de dos formas: licencia de apertura y licencia de traspaso:
1.- Licencia de nueva expedición o apertura: son concedidas por las Administraciones autonómicas convocando concursos y las otorgan por méritos. Es decir, se basan en la experiencia, trayectos y publicaciones científicas que tenga la persona.
Esto dificulta, según detalla el presidente de la FEFE, que los recién licenciados puedan optar por una nueva apertura. “La mayoría de los profesionales que concursan son farmacéuticos que tienen unos 50 años de media, que son catedráticos o personas con doctorados o con mucha experiencia”.
Actualmente, las Administraciones autonómicas anuncian concursos y lo hacen porque han de cumplirse las leyes de ordenación de los establecimientos farmacéuticos. Éstas se basan en las distancias entre cada farmacia y en el número de habitantes que tenga el municipio, pero cada comunidad autónoma tiene las suyas. “Por un lado la normativa obliga a que exista una separación entre los establecimientos de farmacias de 250 metros. Y, por otro, sólo se pueden convocar concursos cuando se haya producido un incremento poblacional en la zona, siempre cumpliendo los ratios que tenga cada comunidad. Normalmente son de una farmacia por cada 1.500 o 2000 habitantes” explica de Palacio.
2.- Licencia de traspaso o del mercado secundario: es cuando se compra la licencia de una farmacia que ya está establecida. Es uno de los métodos más utilizados para conseguir una licencia. “La mayoría de los accesos a la apertura de una farmacia se hacen vía traspaso o en el mercado secundario. Como la licencia es patrimonio del farmacéutico titular, el traspaso se hace como una operación mercantil privada, que luego se comunica a la Administración”.
Las licencias de traspaso también se ven afectadas por las leyes de ordenación de cada comunidad autónoma en cuanto a las distancias y la reubicación de las farmacias ya existentes. “En muchas capitales de provincia ya está saturada la distribución geográfica de farmacias y casi no se pueden reubicar. Esto es una limitación, porque hay veces que se podría abrir una farmacia pero es muy difícil situarla”.