¿Qué se necesita para abrir una frutería?
Como ocurre en todo tipo de empresa, el que quiera embarcarse en la apertura de una frutería debería empezar por lo más fundamental que es preparar un plan de negocio para saber los costes, la estimación de la demanda, los requisitos y otros aspectos relacionados.
Algunos de los costes en los que se va a incurrir antes de poder empezar a funcionar son las tasas de constitución de la empresa. Hay que plantearse, o consultarlo con un experto, que tipo nos conviene más. La mayoría de los que abren fruterías constituyen una Sociedad Civil Particular o una Sociedad Limitada. Sea cual sea la que se elija, hay que tener claro el tanto por ciento de impuestos que corresponde pagar.
Elegir un buen local, alquilado o comprado, puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. El alquiler puede ser una buena opción si no se cuenta con una base económica desahogada pero, en cualquier caso, no se puede olvidar que se van a tener que realizar obras para acondicionar el sitio.
El acondicionamiento incluye la compra de mobiliario para despachar y colocar la mercancía. También, y será un gasto considerable, alguna cámara frigorífica.
Una vez esté todo esto solucionado, llega el momento de realizar la inversión inicial en género. La elección de un buen proveedor va a ser, indudablemente, uno de los puntos más importantes para que la tienda sea rentable.
Como ocurre en todo tipo de empresa, el que quiera embarcarse en la apertura de una frutería debería empezar por lo más fundamental que es preparar un plan de negocio para saber los costes, la estimación de la demanda, los requisitos y otros aspectos relacionados.
Algunos de los costes en los que se va a incurrir antes de poder empezar a funcionar son las tasas de constitución de la empresa. Hay que plantearse, o consultarlo con un experto, que tipo nos conviene más. La mayoría de los que abren fruterías constituyen una Sociedad Civil Particular o una Sociedad Limitada. Sea cual sea la que se elija, hay que tener claro el tanto por ciento de impuestos que corresponde pagar.
Elegir un buen local, alquilado o comprado, puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. El alquiler puede ser una buena opción si no se cuenta con una base económica desahogada pero, en cualquier caso, no se puede olvidar que se van a tener que realizar obras para acondicionar el sitio.
El acondicionamiento incluye la compra de mobiliario para despachar y colocar la mercancía. También, y será un gasto considerable, alguna cámara frigorífica.
Una vez esté todo esto solucionado, llega el momento de realizar la inversión inicial en género. La elección de un buen proveedor va a ser, indudablemente, uno de los puntos más importantes para que la tienda sea rentable.